Lavorare stanca.

Releyendo a Franco Basaglia y su distinción entre la parte ideológica, dogmática, demagógica de la Antipsiquiatría y la parte operativa, pragmática, mucho más exigente, comprometida y responsable. La percepción de la Salud Mental que emana de los actuales rectores de mi tierra tiene que ver más con la parte ideológica de la Antipsiquiatría, que promueve una práctica opuesta a la psiquiatría oficial, universitaria, pero solo en la pose, en las apariencias, indiscutiblemente provocadoras. Pero esa actitud, apara consolidarse en una auténtica propuesta renovadora, exige una continuidad en la acción y un esfuerzo para el que muchos posturitas en España no estuvieron nunca preparados ni dispuestos.  Esa actitud se plasma en la clínica en frases como » si «no hay demanda del enfermo no hay enfermedad», dicho con toda la estolidez del mundo ante una pobre familia aterrada ante el hijo adloescente que duerme por el día y por la noche se afana en proyectar delirantemente su vida y la de los otros. Un ultraje y un brital desconocimiento de la fenomenología clínica más básica.  Es decir, una psiquiatría cómoda, a lo «laissez faire, laissez passer» que yo no he visto nada. Es , en resumen, una psiquiatría que concluye a menudo con el abandono y el olvido del paciente y el lavado de manos por parte del servicio sanitario. Una psiquiatría que se extasía al fiolsófico modo con los instantes supremos  de libertad del suicida, en los que nunca he creído. Que se reconforta en un nihilismo autodefensivo tan pueril como absurdo. Como el de aquel personaje de Proust que decía que ya no iba a a nevar más porque ya habían echado sal en las calles. No me extraña que a un esquema ideológico de esta urdimbre una frase como la de » si tú no vienes, nosotros vamos…» Que define el Modelo Avilés le resulte tan castradora como irritante. Tras 30 años de reforma, hace unos días que nuestro Consejero dijo aún existían casas que eran manicomios. Seguro que aún quedan casas manicomios esperando la llegada del ETAC que les apoye para evitar ser exiliados en su propia casa. Pero nada se dijo del poder cronificante de los despachos y de las camas psiquiátricas. Queremos al esquizofrénico de pie, caminando, y no en la cama. Como decía el clásico:» no hace falta eliminarlos, es suficiente con no verlos».Hay que ver la de problemas que nos vinieron encima desde que, hace años, algunos psiquiatras descubrieron que trabajar, cansa, comocuenta Ramón García en «Historia de una ruptura».

BASAGLIA, ¿ ANTIPSIQUIATRA?

Entre las toneladas de mierda vertidas sobre la figura de Franco Basaglia está su estrecha vinculación con la temida Antipsiquiatría. Bien es cierto que alguno de los socios de viaje que se echó Basaglia le devolvían continuamente a esa imagen. En 1973, el psiquiatra Joan Obiols entrevistó al italiano sobre su visión de la Antispiquiatría.  Y Basaglia contestó: » Un hecho grave es que de la antispsiquiatría se intente rescatar tan solo la faceta ideológica olvidando el aspecto práctico. En este sentido, rechazo de manera categórica el término de «antipsiquiatra». No me interesa este esquema. Yo soy un psiquiatra porque soy consciente de mis deberes; de no ser así debería cambiar de profesión. Si sigo ejerciendo en el sector público es porque acepto mi estatus de psiquiatra, status que ni tiene nada que ver con el conformismo del intelectual integrado, del intelectual y del técnico que obran con el consentimiento del poder público y de la organización social, y que actúan falsamente desde un punto de vista democrático. Pienso que como técnico debo simplemente usar mi estatus para ayudar a superar las necesidades de los pacientes».

Franco Basaglia y Michele Zanetti

Si Franco Basaglia viviera habría cumplido 90 años esta primavera. Pero falleció en 1981, a los 57 años de edad, víctima de un tumor cerebral. Está enterrado en el cementerio de San Michele, Venecia, el que se ve en medio de la laguna, enfrente de la estación de Ospedale, camino de Murano.

La biografía de Basaglia no deja de sorprenderme. Como no ha dejado de asombrarme el olvido en que ha caído su memoria y sobre todo, su obra. Entre las escasa fotografías que se conservan de aquellos durísimos años hay una que me encanta especialmente. Es de 1971, creo, del día que Franco Basaglia tomó posesión como Director de Trieste. A su lado está su apoyo político, una persona que nunca le falló y que le respaldó en toda su obra a ciegas: Michele Zanetti. Zanetti era, por así decirlo, el presidente de la Diputación de Trieste. Pero lo mas increíble, contra lo que se ha publicado sobre la importancia de la izquierda sesentayochista italiana en la Reforma Psiquiátrica, es que Zanetti era representante de la Democracia Cristiana, un partido de centro derecha. La foto es realmente maraviilosa. Ambos personajes rebosan tranquilidad, armonía. Y el optimismo que debe presidir las relaciones entre los técnicos y los políticos siempre que lo que importa sea el buen futuro de los ciudadanos. Y no la imposición sectaria de políticas apoyadas única y exclusivamente en la fuerza del poder.

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«¿Y cómo hablar de profilaxis psiquiátrica si uno de los lugares más nocivos para la salud del ciudadano es la institución médica (hospitales,ambulatorios, dispensarios, centros de higiene mental) donde rige, en todos los niveles, la relación de dominio y de abuso implícita en lo estructura de nuestra sociedad? Desde el momento en que las instituciones creadas y programadas por la prevención (primaria, secundaria, terciaria) son el las mismas reproductoras de enfermedad, la prevención no sirve más que para confirmar la función de las instituciones como instrumentos de control a través de la enfermedad que, por lo tanto, será alimentada en vez de curada». -FRANCO BASAGLIA, 1972, LA UTOPÍA DE LA REALIDAD.

Érase una vez la ciudad de los locos

Que la memoria es selectiva es algo bien sabido. Tendemos a recordar lo que nos interesa con mayor facilidad que lo nocivo y casi todo lo recordamos a favor nuestro. Pero hay otro tipo de memoria, la histórica, que no podemos dejar abandonada al albur de los tiempos. Porque esa historia  se manipula y tergiversa sobre todo cuando los tiempos son tan miserables y dañinos para el bienestar de las personas como lo están siendo estos años de ahora. Lo que se cuenta en la película C´ERA UNA VOLTA LA CITTÀ DEI MATTI sucedió en Italia, entre Gorizia y Trieste hace poco mas de 40 años. Se trata de uno de los episodios mas importantes en la historia de la sanidad europea. Y de los mas silenciados. Y no es porque no haya sido exitoso, que lo ha sido y en abundancia. El silencio viene porque lo que allí sucedió, tras los muros del manicomio de San Giovanni, cuestionó y quebró de manera fulminante el poder de las Academias. Y lo sigue cuestionando ahora. Ahora y en la hora de esta psiquiatría nuestra que obedece ciegamente a los simples y bobalicones esquemas de escalas y neurorreceptores que nos envían, así de simple, desde rutinarios laboratorios en Estados Unidos. Esta psiquiatría nuestra que está prácticamente en manos de empresas que venden medicamentos para síntomas negativos lo mismo que venden colchones. La película que en 2009 dirigió Marco Turco para la Rai Uno está disponible en DVD  en VO no subtitulada desde hace unos meses. Nunca se estrenó fuera de Italia. No es que sea una película redonda pero narra de manera muy entretenida y bien documentada lo que fue la vida y la obra de Franco Basaglia, el psiquiatra que lideró la Reforma psiquiátrica italiana. Resulta verdaderamente emocionante recordar aquellos tiempos sin entregarse al melodrama ni al ideal del héroe romántico. La obra de Basaglia, con sus errores y defectos,  lideró la transformación radical de la asistencia psiquiátrica que se dio sobre todo en el Sur de Europa en los años setenta y ochenta del siglo pasado. La onda expansiva que se generó al derribar los muros del manicomio de San Giovanni se llevó por delante el concepto de «hospital psiquiátrico» como lugar preferencial para el tratamiento de los enfermos mentales. Podemos decir que en gran parte gracias a Basaglia nuestros enfermos, a fecha de hoy, reciben una atención sanitaria como la de cualquier otro ciudadano. Podemos decir que gracias a Basaglia y a lo que se cuenta en esta cinta, hasta aquí hemos llegado. Y esto está bien alto. 

(seguiremos informando…)

MAESTRO COLODRÓN

Llevo 20 años en este oficio de psiquiatra. Y entre las pocas cosas que tengo radicalmente claras es que el psiquiatra español que mejor ha entendido las esquizofrenias y mejor sabe explicarlas es Antonio Colodrón Alvarez (Nava del Rey, 1931). Cada fragmento de «Las esquizofrenias. Síndrome de Kraepelin-Bleuler» o de «La condición esquizofrénica» es una obra maestra fruto del esfuerzo y de la inteligencia de un hombre que se entregó en cuerpo y alma a los enfermos y a la ciencia. La postergación científica de Antonio Colodrón es un insulto a la inteligencia y un homenaje al trepa y al vago, especies muy abundantes en nuestro país. Hoy, hozando por la red, encontré esta cita suya que desconocía:“ La esquizofrenia está en el paciente, pero también en el medio que lo define y ofrece estímulos incoherentes. También está, y esto poco se advierte desde los criterios operacionales, en el bagaje de quien observa y en la situación concreta en que se hace. La esquizofrenia es un trébol y sus hojas el sujeto que la sufre, el medio que la alimenta y el explorador que la reconoce ”. Ahí está toda la sustancia de la enfermedad mental. Esta visión suya tan integradora y holista supera y abate todos los reduccionismos al uso. No me extraña que muchos piensen que el pensamiento de Colodrón es un peligro para sus negociados. No van desencaminados. La obra de Colodrón Álvarez no busca ser complaciente con nadie que no sea el método científico. O la realidad de los enfermos. PD: La frase que decora la portada de  este blog es, en gran parte, obra suya.

Dr. Colodrón

Suicidio y crisis económica

La presunta relación entre los suicidios y la crisis económica. La distancia que hay entre la desgracia y la enfermedad. No podemos resolver apelando a la enfermedad mental lo que debe ser resuelto por la vía de la justicia y la equidad social. Por si faltaban datos llegan las cifras del INE de los suicidios del año 2011, ya con 3 tres años de crisis encima. La tasa de suicidios en España seguía disminuyendo. En este buen artículo se cuenta todo esto con mayor detalle. A la prensa que en este tema opta por el sensacionalismo y la algarada arrabalera se le debería caer la cara de vergüenza.

Sanidad a domicilio

 

 

Sin título

 

EL MEJOR HOSPITAL, EN CASA. Hace ya 10 años que la periodista Mariola Riera tituló así su primer reportaje periodístico sobre el Equipo de Tratamiento Asertivo Comunitario  de Avilés. Ahora, Rafael Bengoa, exConsejero de Sanidad del Gobierno vasco, contesta a preguntas de Pablo Álvarez para La Nueva España de ayer:

P: La propia casa es el mejor hospital.
R: La clave estriba en ver si el domicilio puede convertirse en centro de cuidados, o por lo menos en centro de información sobre qué cuidados necesita uno. Enviar esa información al hospital y a la atención primaria, donde hay unas personas vigilando que el diabético, el hipertenso, el enfermo renal, etcétera, siguen estando bien. La idea es asegurar que se puede enviar profesionales sanitarios a esos domicilios antes de que el paciente se descompense y requiera hospitalización. Esto es posible hacerlo tecnológicamente, pero el problema es que el sistema sanitario no está en esta clave, sino en clave de rescate, en clave pasiva.

El resto de la entrevista está bastante bien pero me quedo con este párrafo porque es el primer mandamiento de mi trabajo desde hace 14 años. Y a lo mejor, desde antes aún…